NUNCA HAY QUE PONER LA OTRA MEJILLA

Dicen que el estado de soledad es un mal rollo...y yo debo estar muy confundido y lo digo, porque justamente, a éste estado lo percibo del revés. Estoy orgulloso de estar sólo, estoy orgulloso de sentirme, de estar, de padecer, de disfrutar y de flotar dentro de sus maravillosos dedos solitarios. Vamos a ver, a mi muy pocas personas me pueden entender y porque nací raro y hoy en día sigo siendo raro y además, lo fui siempre y a veces, hasta soy demasiado mal bicho...pero antes de tocar temas profundos, aclaremos una cosa previa y tomarlo como queráis pero mi intención es que lo toméis como toda declaración de principios: "en general soy un buen tío" y "no tengo un malo fondo". Bueno eso sí, no consiento que nadie se cuelgue de mi y porque estoy hecho de carne que no depende de nada más que de las verdes praderas y de los aires libres circulares y verticales, es decir, soy dependiente dentro de un estado independiente, soy persona dentro de otras personas...y no confundir lo que digo con ningún rollo exotérico y metafísico...porque no voy a diluir mis responsabilidades en las aguas revueltas de las que tienen los demás. Yo pago por lo que hago y digo y además, me cubre el seguro de responsabilidad civil.

Yo acepto lo que me digan los demás, pero esos demás tienen que pensar que no soy ningún chollete de mierda venido a menos y que así, me ablando a la primera...pero eso mismo no nos lleva a pensar que soy un hombre de acero y con entendederas de hielo...pues no, yo soy persona de carne y hueso y odio el dar pena y que me acaricien por un mero y patético "apoyo emocional". Yo pido y exijo que me acaricien con todas sus ganas y que me besen dejando sus cinco sentidos y con todas sus cicatrices e historias y en esto, soy y reconozco, que soy demasiado exigente y que a veces, podía ser más blandito...pero pasa que mis neuronas rechazan semejante vaselina  y en esas veces, sólo quieren guerra y tripas sueltas. Vamos a ver, que cuando se declara la guerra yo quiero estar en la vanguardia y a la cabeza de todo el tinglado.-

A mi muchas veces me dieron de palos por la vida y bueno y había que preguntarse ¿si no me podían haber dado más?. Y seguramente sí o no o quién sabe...y al final he llevado los que he llevado y además, no me arrepiento de haberlos llevado...porque algunos dicen "que hay que aprender de nuestros errores" y yo me pongo a pensar y me digo: yo no aprendo nada...bueno sí, que nunca hay que poner la otra mejilla...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR