PESADILLAS DEL 27 DE SEPTIEMBRE



Hoy y en ésta puta noche de autos (madrugada del día 27 de Septiembre de 2.017), me dio por soñar cosas que ahora no pienso y menos, siento. Me dio por sufrir y bajo la sombra de los celos y del miedo a quedarse sólo. Primero, los celos me los paso por el culo y porque la persona que quiera quererme (si hay alguna) que lo haga limpiamente y porque parto de que si alguien me quiere que lo haga limpiamente y no adornado con jueguecitos estúpidos que me hagan sacar lo más agrio y ruin que hay dentro de mi. Vamos a ver, esto que digo lo hago por plena convicción en mis ideas y creencias y además, a éstas alturas de la vida, ya no estoy para perder el tiempo con putas tonterías celotípicas. Ahora, estoy más que convencido de que tener celos es una patraña de mierda desquiciada y que además, te acentúan tu instinto más propietario y como si uno pudiera ser propietario de otra persona y aún menos, si es porque la quieres o porque dices, que la quieres. Yo creo que hay que querer libremente y si alguien se ve tentado de jugar con los celos, pues lo que debe hacer la otra persona es romper esa mierda de relación que no te lleva a ninguna parte

Y ¿que hacemos con el miedo a quedarte sólo?. Pues hacemos lo mismo que la anterior cuestión y para eso hay que aplicarse el santo dicho de que "más vale quedarse sólo que mal acompañado". Mirar, yo quiero querer y quiero querer mucho y que me quieran mucho y todo esto, libre de cargas y de impuestos. Sólo ya estoy y tan sólo...y además, me encuentro muy bien y por no decir, que me encuentro ¡mejor que nunca!. Por tanto, quién quiera quererme tendría que demostrarme que merece la pena, que es muy buena persona y que lo que me ofrece y yo le ofrezco no lleva impuestos añadidos o sea, que todo lo nuestro es limpio o casi limpio (porque limpio limpio, no hay nada) y además, que esa relación lo seguirá siendo. Pero estoy seguro y no lo digo con ninguna pena ni miedo, que nadie se atreverá conmigo y porque a éstas edades no lo tenemos nada fácil y además, porque yo me siento un tío como decirlo...muy difícil o muy raro o extraño.

Y mirar una cosa: yo toda me vida he luchado por no tener celos y así, poder anular mis dolorosos  instintos propietarios sobre las personas. Y bueno y dicen que nunca es tarde. Pero a lo que yo voy, es que ahora en que me siempre más libre que nunca, no voy a vender mis pensamientos y sentimientos y así, volverme un mezquino celoso. Y vuelvo a reafirmarme: sólo ya estoy y lo digo con todo mi orgullo de lobo solitario y para lo que me queda en el Convento me cago dentro o sea, o se me ofrecen ricos y sabrosos sentimientos y se me quiere hasta la quinta esencia de mi ser o bueno y como es fácil de suponer (en mi caso), que cada uno siga su puto camino y que conmigo no pierda más el tiempo.

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JULIO CORTÁZAR