SIEMPRE ME EMBORRACHO ANTES DE VERTE (Poema)

Siempre me emborracho antes de verte,

ya sabes...,

lo justo y hasta ese punto en que deje de temblar mi voz,

y de paso espero que se seque el sudor frío que se abre camino por mi frente,

y es que siempre me emborracho cuando voy a verte,

yo voy...y voy en tu búsqueda,

pero también voy en busca de ese puntito entre ser un tío simpático y ser un buen tío

y como si no me importara lo que realmente me importas,

como si hubiera aprendido ese juego de manos

y en donde lo importante se esconde detrás de una cortina de humo

y debajo de un tren que se llama... deseo,

y no conozco otra forma de ir a verte,

antes no sé...antes necesito templar mis delicados nervios,

abotargar un poquito mis cinco sentidos,

aplacar con mucho cuidado mis demonios y neuras,

domar con sumo cariño mis punzantes desequilibrios

 y hasta amputar con unas hipotéticas tijeras a mis locas ideas,

porque yo ya soy demasiado para mi mismo,

y entonces ¿en que me convierto antes de verte?

no sé, pero me crecen las extremidades como almas otoñales,

me caen los deseos como hojas caducas,

y eso que me cubro con el musgo que me ofrece la vida

 y me transformo en un Camaleón transformista,

me tiño de oscuro guerrero y pongo a mi ojos en modo saltones,

 y entonces me camuflo entre la barra de un bar,

allí, soy uno más de aquella película,

allí soy uno más entre ese comando de borrachos

y uno se dice a si mismo, que nunca más volverá a beber

y el otro, se habla y a voz en grito

que la culpa de todo la tiene su mujer,

porque el solo bebía un poquito,

y ella, provocó la caída de su imperio

y es que él solo bebía la puntita, lo demás era solo para empujar,

que sino lo primero no pasaría por el agujero de ese pozo negro

 y hasta dentro y para dentro

y hasta el fondo y a mano derecha

y hasta que arda Troya

y hasta que las barras se conviertan en autopistas de peaje o sin  peaje

pero que sobre todo, dejen de tener una velocidad límite

o hasta caer como soldados al pie de un territorio conquistado

y si es así..., pues camarero...póngame otra copita

que digo yo...que esto habrá que celebrarlo

y después, otra y otra y otra...

y hasta que el bolsillo suene a vacío

a más vacío de lo que uno es o se siente

y puede ser que en ese momento

yo me acuerde de que iba a verte

y lo que lo único que me pasó,

es que me entretuve por el camino,

es que de tanto  pensar en ti y de tantas ganas que tenía de verte

sabía que sino me emborrachaba no podría volver a verte...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR