¡¡¡HE DICHO!!!

                                     Hay que estar en las duras y en las maduras...o eso es lo que me decían de pequeñito y cuando al mismo tiempo tenía que soportar como me caía toda una somanta de hostias bien y mal dadas... las hostias siempre son hostias y ya sean bien o mal dadas y por eso duelen igualmente, pero en éste caso en concreto y sabiendo como era yo de pequeño (que era malo con ganas) lo más lógico de suponer es que eran unas hostias bien dadas,vamos que me las merecía...aunque mira por donde y al final casi de mi vida, yo me pronuncio que con las hostias hay que tener tolerancia cero. En ésta vida primero y cando era un enano, fui muy violento. Después con la adolescencia lo seguí siéndolo pero un poco menos. En mi juventud tuve un rebrote violento pero estaba encaminado a darse de hostias con las pasma. De adulto y de mayor, bajó mi intensidad violenta y hasta rozó los mínimos. Y de viejo o sea, ahora, con la violencia tengo tolerancia cero. Y esa ha sido mi evolución violenta. Tampoco es que ahora vaya dando besos en la boca a todo dios, ni abrazos de cariño y consuelo...digamos que mantengo una distancia prudencial respecto a los demás seres humanos, como se dice, mantengo o intento mantener una distancia que te permita observar a la otra persona o a los demás personas que te rodean...pues sólo con esa distancia se puede tener un todo del total o una perspectiva global.

                                     Yo antes era de los que se acercaban demasiado a los demás, era de esas personas con las que se intimaba fácilmente y claro, con esa cercanía tan exagerada perdía la perspectiva global y por eso me pasaba que me dejaba llevar por una sola de las cualidades que tuviera la otra persona...Es que es muy simpática o es muy agradable o parece ser muy sincero o sincera y digamos que porque la otra persona mostrara una sola cualidad,  yo inclinaba la balanza hacia el lado positivo...y entonces la cosa acababa sí o sí, poniéndoles alfombras de seda a sus pies. Vamos, que les dejaba entrar hasta la Cocina de mi intimidad y a partir de aquí...mi casa, mi coche, mi pasta... se convertían en bienes compartidos. Y suena un poco exagerado, pero os juro por mis muertos que casi es verdad...que sólo le falta un poquito de nada para que llegue a ser verdad verdadera.

                                     Yo nací, espléndido y también un poco o un mucho derrochador...pero lo que está clarísimo... es que siempre me incliné hacia el lado de los espléndido y eso me creó mas satisfacciones que problemas, aunque problemas también los tuve. No idealicemos demasiado las cosas...porque vamos a ver, nadie nació sabido y todo en ésta puta vida que nos ha tocado vivir, es aprendizaje y enseñanzas y es más, para cambiar un algo el rumbo de tu vida tendrás que tropezar varias veces con la misma Piedra y eso no lo consiguen hacer todos los humanos...porque hay algunos que se morirán tropezando con la misma piedra con la que tropezaron cuando nacieron y en éste caso la evolución del pensamiento humano ha sido igual a cero. Por tanto si a través de la vida vamos cambiando en algo, aunque sea muy poco, es toda una demostración de que toda nuestra humanidad nos sirve para algo. Y bueno, yo estoy en ello y pongo todo mi empeño y pongo todas mis ganas y po eso, entre otras cosas, mi visión sobre la violencia ha cambiado un huevo y por eso hoy en día puedo decir: "con la violencia tolerancia cero". ¡¡¡He dicho!!!.

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JULIO CORTÁZAR