¡Oh mundo de mi infancia!,
que mundo más destrozado y lleno
de astillas,
que gran amasijo de recuerdos y
velas encendidas,
que bellos momentos de sol y de
sombra,
que hermosas hojas de parra,
que olor a uva pisada,
que sonido de olas entra por mi ventana
y al fondo lucen destellos intermitentes de Faros
y se oyen, como reclamo, cánticos de sirenas
que han ido varando en la húmeda arena como naves estelares,
y todo, suena a burbuja que explota
y a recuerdo con olor a pino y a brea.

No hay comentarios:
Publicar un comentario