No me hables,
solo dime,
y solo dime algo que no me quieras decir
algo que te duela decir,
algo que arranque tus penas y las
convierta en Jazmín,
convierta en Jazmín,
algo como lo que se mueve
alrededor de ti
alrededor de ti
y mírame y mírame a los ojos,
ves...ves a éstas viejas Pupilas,
ves como se giran al mismo ritmo que marca la vida
ves como se clavan y a veces... matan
y eso que les tengo prohibido hablar de la muerte
y más, si es sobre muerte ajena,
porque no me gusta que los muertos se sienten en mi mesa
o se metan debajo de mi cama
no sé...prefiero dividir al mundo en dos partes:
y en un lado, me pongo yo y la vida
y en el otro y a larga distancia...
pongo una Calavera con rostro de muerto que siempre se muere por dos causas...
una, por muerto de muerte natural y la otra, porque se muere de tristeza,
y puede que cada día me esté volviendo más melancólico
y me sienta menos audaz y menos guerrero
o más triste y más taciturno
o puede que no
y puede que todo sea una gran mentira
una gran mentira montada en una lánguida tarde otoñal del mes de Diciembre
y mientras afuera sopla el viento del Norte
y mientras afuera arrecian los sonidos de la noche.

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