LA CALMA DESPUÉS DE UN TEMPORAL

                                                                             Pues de nuevo podemos comprobar que después del temporal viene la calma y la calma infinita. ¡Qué pasada de día! que rayos de sol más limpios y nítidos, que maravilla. Y claro siempre llama más la atención después de un día intenso (el de ayer) de lluvias y vientos huracanados y fríos casi polares (esto es un exageración al cuadrado, porque creo que de mínima llegamos a los 4º y eso no da ni para que se congele un chicle....pero bueno, el que no exagera es porque no se entera y además, los que vivimos en ésta Isla tenemos el otro argumento, que es que hay que sumar la gran humedad que lógicamente se tiene al estar completamente rodeados de mar y entonces, se habla de sensación térmica, que es el global de la temperatura real más la que se le suma por la humedad reinante y claro, a lo mejor la cosa sale a algo de menos de 2 grados. 

                                                                             Claro que eso como decir, yo tomo la temperatura ambiente en mi casa y si tengo la estufa de leña encendida ( que la tendré seguro) van y me salen 20  o 18º. Pero bueno, que cada uno calcule la temperatura ambiental según mejor le venga y le convenga y para que discutir si yo vivo en una dentro de una olla de vapor o si vivo dentro de una burbuja de aire, el caso es que vivo y sigo vivo y si afuera hace frío, yo me creo en mi casa mi auténtico microclima poético y le meto caña a la estufa y me pongo a escribir un poco y ya tengo mi paraíso dibujado y perfeccionado y para pasar el Invierno. Y en Verano, invierto el asunto y me enciendo mi querido aire acondicionado y sigo escribiendo y como si no pasara nada más que lo que pasa, que afuera hace un calor húmedo del carajo. Por tanto, somos seres adaptativos y somos expertos en camuflajes o en sobrevivir a la intemperie o entre nuestras cuatro paredes.

                                                                             Pues volviendo al tema que toca, hoy está un día precioso y lo está por sus cuatro costados y no encuentro fisuras en su planteamiento: solecito suave e invernal, solo brillante de alto voltaje, un poco de viento residual y siguen las mismas ganas que tengo de comerme el mundo. Por tanto, mi esencia se mantiene en pie y hoy sería un día propicio para desfilar dando una vuelta y así observar como de nuevo funciona lo de la tranquilidad después de la tormenta y así demostrar que no es una puta frase de mierda que se dice por decir, sino que es tan real como tú o como yo, bueno más bien como tú, porque yo tengo mucho de irreal, de sueño utópico, de ilusión óptica, de alucinación auditiva y además, me encanta loa calma que hay después de un temporal.

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JULIO CORTÁZAR