El viento banaliza mi aliento
lo destroza y lo rompe en mil partículas de aire...
...yo no sé muy bien,
pero si sé...
que cada día suspiro con más profundidad,
el alma me lo reclama
y hasta la última gota de mis pensamientos
se deslizan por caminos de sílabas y verbos de viento,
yo, me llamo
yo, me busco
y cuando me encuentro, me abrazo
y por fin... me duermo
y así viajo a través de mis sueños
así viajamos yo y el otro,
los dos en un sólo cuerpo
y ascendemos hasta tocar el cielo
y allí, alardeamos de nuestras hazañas y vuelos
y una vez tengo o tenemos decididos los planes
apunto o apuntamos hacia lo desconocido
porque yo y él amamos la oscuridad de la noche
y adoramos los oscuros secretos de la vida,
yo quiero resolver y él también,
y decir ¡te quiero! cuando lo necesito,
con eso llega para satisfacer mis sentimientos,
con eso cumplo lo que un día prometí
y ya sé que mis palabras se las puede llevar el viento...¡lo sé!
pero mi deber como persona es ganarme mi propio respecto
y también el de él...
y disfruta de la celebración de cada pequeña victoria
y cabalgar a trote y a lomos de mi caballo blanco
...vista al frente y oteando el horizonte,
ese sería mi yo triunfal
pero un yo que además escucha y se enternece,
que oye y se enamora,
que habla al mismo tiempo adora el silencio,
que sueña cuando los demás duermen,
que se desnuda ante los sentimientos ajenos
que llora, que ríe, que se emborracha de vida,
que exprime el tiempo
pero también dice tener miedo
miedo a la sequía de pensamientos,
porque hay algo dentro de mi que me involuciona,
que tira de mí hacia dentro y me desdobla,
hay algo que me hace sentir más embrión que persona,
hay algo ancestral que me arrastra por senderos insondables,
hay algo primitivo que me chilla y me grita:
"nunca olvides que antes de ser lo que eres fuiste otra persona"...
lo destroza y lo rompe en mil partículas de aire...
...yo no sé muy bien,
pero si sé...
que cada día suspiro con más profundidad,
el alma me lo reclama
y hasta la última gota de mis pensamientos
se deslizan por caminos de sílabas y verbos de viento,
yo, me llamo
yo, me busco
y cuando me encuentro, me abrazo
y por fin... me duermo
y así viajo a través de mis sueños
así viajamos yo y el otro,
los dos en un sólo cuerpo
y ascendemos hasta tocar el cielo
y allí, alardeamos de nuestras hazañas y vuelos
y una vez tengo o tenemos decididos los planes
apunto o apuntamos hacia lo desconocido
porque yo y él amamos la oscuridad de la noche
y adoramos los oscuros secretos de la vida,
yo quiero resolver y él también,
y decir ¡te quiero! cuando lo necesito,
con eso llega para satisfacer mis sentimientos,
con eso cumplo lo que un día prometí
y ya sé que mis palabras se las puede llevar el viento...¡lo sé!
pero mi deber como persona es ganarme mi propio respecto
y también el de él...
y disfruta de la celebración de cada pequeña victoria
y cabalgar a trote y a lomos de mi caballo blanco
...vista al frente y oteando el horizonte,
ese sería mi yo triunfal
pero un yo que además escucha y se enternece,
que oye y se enamora,
que habla al mismo tiempo adora el silencio,
que sueña cuando los demás duermen,
que se desnuda ante los sentimientos ajenos
que llora, que ríe, que se emborracha de vida,
que exprime el tiempo
pero también dice tener miedo
miedo a la sequía de pensamientos,
porque hay algo dentro de mi que me involuciona,
que tira de mí hacia dentro y me desdobla,
hay algo que me hace sentir más embrión que persona,
hay algo ancestral que me arrastra por senderos insondables,
hay algo primitivo que me chilla y me grita:
"nunca olvides que antes de ser lo que eres fuiste otra persona"...
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