Conocéis al que se coló en nuestra fiesta,
ese cara de pijo con pantalones de lino bien planchadito y almidonado
ese cara pijo con camisa de rayas en plan arco iris tipo de los que no matan ballenas...
(pero que en el fondo, si las matan y ¡joder! si las matan)
Conocéis al gilipollas que se pasea como un pavo real entre sus súbditos
y nos escupe una mirada llena de asco, desprecio
y acompañada de más asco y desprecio...
Conocéis al imbécil que estuvo una hora encerrado en el water
y que ha salido con una Midriasis bilateral arreactiva
y con la mirada indiferente y vacía...
Conocéis al chulo que se bambolea entre la mierda de sus vaivenes de payaso
y que se recrea en sus posturitas de divo de que divina es la vida...
¿lo conocéis?
porque yo lo conozco
y lo conozco de haberlo visto muchas veces
y hasta hubo momentos de mi vida (menos mal, que pocos momentos),
en que fue mi amigo,
bueno, a lo que de aquellas yo llamaba, amigo,
porque al final, la mierda vuelve a la mierda
y las ratas vuelven a las cloacas
y el chulo, prepotente, el de raza superior, el imbécil,
el drogadicto que nunca se drogó
y según al decir de él (que no de los demás que le rodean),
que jamás se drogó, ni se drogará,
pues ese bicho,
pues ese amigo que es más enemigo que amigo,
que traiciona más que respira
que te reconoce como persona porque le interesas en ese momento
y que después, te tira como una colilla maltratada,
pues ese amigo, existió, existe y existirá,
pero claro, yo a éstas alturas de la vida,
he dejado de asistir a fiestas...
ese cara de pijo con pantalones de lino bien planchadito y almidonado
ese cara pijo con camisa de rayas en plan arco iris tipo de los que no matan ballenas...
(pero que en el fondo, si las matan y ¡joder! si las matan)
Conocéis al gilipollas que se pasea como un pavo real entre sus súbditos
y nos escupe una mirada llena de asco, desprecio
y acompañada de más asco y desprecio...
Conocéis al imbécil que estuvo una hora encerrado en el water
y que ha salido con una Midriasis bilateral arreactiva
y con la mirada indiferente y vacía...
Conocéis al chulo que se bambolea entre la mierda de sus vaivenes de payaso
y que se recrea en sus posturitas de divo de que divina es la vida...
¿lo conocéis?
porque yo lo conozco
y lo conozco de haberlo visto muchas veces
y hasta hubo momentos de mi vida (menos mal, que pocos momentos),
en que fue mi amigo,
bueno, a lo que de aquellas yo llamaba, amigo,
porque al final, la mierda vuelve a la mierda
y las ratas vuelven a las cloacas
y el chulo, prepotente, el de raza superior, el imbécil,
el drogadicto que nunca se drogó
y según al decir de él (que no de los demás que le rodean),
que jamás se drogó, ni se drogará,
pues ese bicho,
pues ese amigo que es más enemigo que amigo,
que traiciona más que respira
que te reconoce como persona porque le interesas en ese momento
y que después, te tira como una colilla maltratada,
pues ese amigo, existió, existe y existirá,
pero claro, yo a éstas alturas de la vida,
he dejado de asistir a fiestas...
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