Me escondí...
y me hice gota,
después caí al suelo,
y de mi salieron millones de gotas,
de diminutas e ínfimas gotas,
como si cada gota tuviera un microchip de mi persona,
eran millones y más millones de partículas arrastradas por el viento
y que al final,
se depositaron en una nube de Verano,
de esas nubes amenazantes y negras,
nubes que anuncian guerra entre astros cabreados,
y yo te mando un Rayo
y tu me lo devuelves en forma de Huracán descontrolado
o yo te inundo hasta la Cabeza
y yo, de una manera ilógica, te respondo con un Terremoto
y en medio de tanto desastre natural,
seguían volando mis millones de diminutas partículas
y del aire pasaron al fango
y del fango cayeron al río
y del río se fueron a los Mares
y de nuevo empezó el ciclo
y entonces,
¡volví a ser gota!
y me hice gota,
después caí al suelo,
y de mi salieron millones de gotas,
de diminutas e ínfimas gotas,
como si cada gota tuviera un microchip de mi persona,
eran millones y más millones de partículas arrastradas por el viento
y que al final,
se depositaron en una nube de Verano,
de esas nubes amenazantes y negras,
nubes que anuncian guerra entre astros cabreados,
y yo te mando un Rayo
y tu me lo devuelves en forma de Huracán descontrolado
o yo te inundo hasta la Cabeza
y yo, de una manera ilógica, te respondo con un Terremoto
y en medio de tanto desastre natural,
seguían volando mis millones de diminutas partículas
y del aire pasaron al fango
y del fango cayeron al río
y del río se fueron a los Mares
y de nuevo empezó el ciclo
y entonces,
¡volví a ser gota!
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