Hoy podía ser un gran día
y a lo mejor... lo es,
hoy tendría que ser un día del revés,
y empezar el amanecer en las suaves manos de la noche,
y el anochecer, que se cubriera de luz solar brillante
y que mis cosas y mis problemas,
caminaran en sentido inverso a las agujas del reloj
y a más tiempo menos problemas
y tiempo de llegada: las 12 horas en punto
y tiempo de salida: las 7 de la mañana
y por el medio se resuelven situaciones
acompañadas de golpes fuertes y resolutivos,
como si en cada golpe se nos fuera la vida,
como si en cada golpe fuera la meta definitiva,
contundencia, señores,
contundencia y buenos alimentos
y sobre todo, ser creativos y brillantes,
aunque nadie nos diga:
¡qué bien lo haces!,
no hace falta ese tipo de falso ánimo,
tú escribes y después, te lees
tú creas y después, te observas
y si hay algo que cambiar, se cambia
y si hay que esconderse debajo de la mesa,
vas y te escondes,
pero ante todo hay que luchar y reivindicarse,
hay que decir:
yo estoy aquí y ¿qué pasa?
y ahora vendría, el golpe más fuerte,
el golpe de los golpes
el golpe que convertiría todas mis emociones en piezas de puzzle.
y a lo mejor... lo es,
hoy tendría que ser un día del revés,
y empezar el amanecer en las suaves manos de la noche,
y el anochecer, que se cubriera de luz solar brillante
y que mis cosas y mis problemas,
caminaran en sentido inverso a las agujas del reloj
y a más tiempo menos problemas
y tiempo de llegada: las 12 horas en punto
y tiempo de salida: las 7 de la mañana
y por el medio se resuelven situaciones
acompañadas de golpes fuertes y resolutivos,
como si en cada golpe se nos fuera la vida,
como si en cada golpe fuera la meta definitiva,
contundencia, señores,
contundencia y buenos alimentos
y sobre todo, ser creativos y brillantes,
aunque nadie nos diga:
¡qué bien lo haces!,
no hace falta ese tipo de falso ánimo,
tú escribes y después, te lees
tú creas y después, te observas
y si hay algo que cambiar, se cambia
y si hay que esconderse debajo de la mesa,
vas y te escondes,
pero ante todo hay que luchar y reivindicarse,
hay que decir:
yo estoy aquí y ¿qué pasa?
y ahora vendría, el golpe más fuerte,
el golpe de los golpes
el golpe que convertiría todas mis emociones en piezas de puzzle.
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