Los Perros me enseñaron los dientes,
los Lobos se comieron mis partes,
los Buitres, se comieron mis Ojos
y las Alimañas lamieron mis Legañas
y yo quedé reducido a un Cráneo derruido y vacío,
y mi Tronco se había convertido en un Pergamino enjuto y seco
y mis Piernas tomaron forma de puntiagudos alfileres,
morí y bien muerto,
morí dos veces, tres veces,
morí cientos de veces
y en todas ellas, siempre resucité
y de una Célula nacieron millones de células
y poco a poco se fue extendiendo esa mancha de aceite viviente,
poco a poco se cubrió el Cielo de células vivas brillantes
y los Mares se condensaron en masas de algas unicelulares,
que al final, lo hicieron semisólido y de densidad pastosa
era como andar sobre lagos de arenas movedizas
y a cada movimiento, me hundía más y más
y hasta que mi boca se llenó de arena triste y húmeda,
no empezó mi verdadera desesperación,
quería moverme, me movía y me hundía un poco más
y al final, acabé hundido y muerto,
pero mis células sobrevivían
y algunas gritaban:
queremos seguir viviendo
y hasta que ese grito no se paseó por mi reducido Cerebro,
no empecé a reproducirme
y de una sola Célula nacieron millones de células
y poco a poco mi Cuerpo empezó a tomar su forma,
me crecieron Dedos,
me salieron Pulmones,
me envolvieron en un manto, llamado Piel,
me instalaron Hígado, Riñones, entrañas,
Médula Ósea y una potente bomba,
llamada Corazón
y gracias a dios o a quién sea,
me pusieron a andar al ritmo de mis latidos,
empecé a andar y hasta ahora, no he parado de andar.
los Lobos se comieron mis partes,
los Buitres, se comieron mis Ojos
y las Alimañas lamieron mis Legañas
y yo quedé reducido a un Cráneo derruido y vacío,
y mi Tronco se había convertido en un Pergamino enjuto y seco
y mis Piernas tomaron forma de puntiagudos alfileres,
morí y bien muerto,
morí dos veces, tres veces,
morí cientos de veces
y en todas ellas, siempre resucité
y de una Célula nacieron millones de células
y poco a poco se fue extendiendo esa mancha de aceite viviente,
poco a poco se cubrió el Cielo de células vivas brillantes
y los Mares se condensaron en masas de algas unicelulares,
que al final, lo hicieron semisólido y de densidad pastosa
era como andar sobre lagos de arenas movedizas
y a cada movimiento, me hundía más y más
y hasta que mi boca se llenó de arena triste y húmeda,
no empezó mi verdadera desesperación,
quería moverme, me movía y me hundía un poco más
y al final, acabé hundido y muerto,
pero mis células sobrevivían
y algunas gritaban:
queremos seguir viviendo
y hasta que ese grito no se paseó por mi reducido Cerebro,
no empecé a reproducirme
y de una sola Célula nacieron millones de células
y poco a poco mi Cuerpo empezó a tomar su forma,
me crecieron Dedos,
me salieron Pulmones,
me envolvieron en un manto, llamado Piel,
me instalaron Hígado, Riñones, entrañas,
Médula Ósea y una potente bomba,
llamada Corazón
y gracias a dios o a quién sea,
me pusieron a andar al ritmo de mis latidos,
empecé a andar y hasta ahora, no he parado de andar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario