SOFLAMAS (Poema)

Aunque se cabreen y se enfaden,

aunque me insulten, desprecien y agredan,

aunque su deseo sería mi cárcel...

no me doblegarán

no soy fuerte pero sí soy valiente

no soy duro pero sí soy sensible

mis ideas son irresistibles quimeras escritas con hilo de oro y plata,

son firmes y duras, son sólidas, son convincentes,

y son amables con las personas y el entorno que nos rodea,

por su defensa, no espero nada a cambio,

por su honestidad en cambio, lo espero todo

por pedir que no quede...

yo lo que tengo muy claro,

es que no voy a dar un paso atrás

para lamer el culo al enemigo que tanto me odia,

yo nací rodeado de orgullo nacional,

crecí cantando el cara al sol y rezando el rosario cada día,

y desde que tuve 2 gramos de cerebro,

mi misión en la vida cambió de bando

y desde ese mismo día:

no quise armas, ni ejércitos de tierra, mar y aire, 

ni policía armada y hasta los dientes,

ni toros, ni toreros, ni fiestas nacionales,

ni vender armas a otros países

 (normalmente tercermundistas),

ni bombas de racimo o personales,

ni machos de pelo en pecho,

ni violencia de género,

ni ningún tipo de violencia

(con la mía, me llega y por cierto, 

he aprendido a comer sin ella),

pero tampoco os penséis 

que voy de santurrón repartiendo caramelos

entre soflamas de paz y de paz bondadosa e infinita,

no, no soy violento (he dejado de serlo)

pero tampoco soy tipo pacifista y que me partan la cara,

en la vida, busco la vía pacífica,

pero sino la encuentro y porque no me dejan,

me adapto al medio

y si hace falta partir la cara a alguien,

yo estaré de primero, 

claro, que como espere un par de años más,

cuando le quiera dar una hostia a uno (siempre merecida)

a lo mejor me desmiembro y descoyunto, 

la edad no perdona

y los años crujen los huesos,

roen en las articulaciones

y rompen y destrozan músculos y tendones...

pero bueno, estoy hablando a nivel teórico

y por eso insisto, que estoy en medio de una puta soflama

y las soflamas tienen que tener algo de ardor guerrero,

tienen que levantar aplausos y vítores entusiastas,

e incluso al final de la soflama, 

tienen que romper las emociones,

tiene que acabar en llantos espasmódicos,

ríos de lágrimas

y en abrazos a lo gran hermano,

sino no es una soflama

y sería un pedo mal echado.

( y perdón, por ser tan gráfico)

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JULIO CORTÁZAR