MI TERNURA...

No, no es que mi ternura sea más grande que la tuya,

no, no es eso, pero tampoco es lo contrario,

por tanto, ni la tuya es mejor que la mía,

ni la nuestra es superior a la del resto,

 cada uno tiene su propia dosis de ternura,

y lo que nos diferencia es que la mía es mía y solo mía

y la tuya es tuya y solo tuya

y a la hora de ponerla en práctica nos volvemos a diferenciar,

y además en eso, espero que nos diferenciemos siempre

por tanto y por favor, no interpretes más mi propia ternura,

deja a mi ternura en la quietud y en el silencio más absoluto,

ella sabe estar y desenvolverse en el vacío de la nada,

no siempre tiene necesidad de recitar versos que hablen de amor apasionado,

ni de sentir besos sueltos, libres y todo locos y húmedos,

ni de diluirse entre eternos abrazos insonoros,

ni de dejarse llevar por caricias más allá de la madrugada,

porque es verdad que a veces prefiere la soledad del Lobo solitario,

y le gusta aullar bajo los efluvios de la Luna llena,

y correr por verdes prados moteados de blanca Escarcha brillante,

ella prefiere sentirse libre de polvo y paja,

cadenas, no....cadenas, no....

y esa idea se acaba convirtiendo en una fijación constante,

por favor, deja que mi ternura se escape hacia otro sueño,

tú, fuiste un sueño y ahora, eres una pesadilla,

sabes...pasó el momento en que pudiste volar conmigo

y ahora te pienso y me duele por dentro

y ahora te siento y ahora sé que pasó el momento,

cada momento tiene su tiempo,

cada tiempo tiene sus sentimientos,

y pasado ese tiempo todo se cubre de bruma marina,

pero hay que seguir avanzando a tientas y como se pueda

la vida te enseña éstas cosas

y si aún así, sigues perdido,

la vida te obsequia sonidos de bocinas de Faros

y para que seas valiente y displicente: 

adiós pasado reciente

y poco a poco irás desapareciendo entre la espesura de la Bruma.