Mis idas no son mis venidas,
son lo contrario
o mejor dicho, son partes de mi primer recorrido,
son mi primera inspección y palpación
y que indefectiblemente me han de llevar
a tomar una decisión real o irreal,
lúcida o menos lúcida,
acertada o equivocada,
pero será mi primera decisión
o será mi primer paso hacia el absolutismo de las decisiones,
tomar una decisión implica:
tener todo expuesto y abierto en canal,
poner orden dentro de un determinado desorden,
establecer prioridades y preferencias
y a medida que avanzas, deshacerte de lo banal
y de lo que menos te importe,
y para que al final,
sólo quedarte en los cuatro puntos cardinales
y si buscas el Norte lo tendrás muy fácil
y si buscas el Sur giras 180 grados
y hacia el Sur y a toda máquina,
lo más importante, es quedar entre cuatro ideas
y porque cada idea tendrá su determinado papel
y cuatro es un número de posibilidades asequible
y si falla la una está la otra,
y si falla la otra, nos queda la que queda entre la una y la otra,
hay cuatro posibilidades,
hay cuatro direcciones distintas o no tan distintas,
más cercanas o más alejadas según desde donde se miren,
te quedan cuatro ideas sueltas dentro del mismo Cerebro,
y si aciertas a la primera, te dirán que eres muy listo
y si fallas, te dirán lo contrario,
pero por dentro tú sabes que la cosa así no funciona,
tú sabes que tarde o temprano, cometerás un fallo,
y que el meollo del tema está en el poder que te concedes para seguir luchando,
fallas... pero sigues adelante,
vuelves a fallar... y sigues con más ahínco que antes
y así podrás llegar a tomar una decisión acertada
dentro del absolutismo en la toma de decisiones.
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