De verdad, yo lo espero todo,
pero no de ti, ni del otro,
sino de esos otros que hay en el más allá
de los de aquí... espero poco,
los he visto, los he conocido,
he nacido y he jugado con ellos,
son listos, sagaces y astutos
y tiene el don de la ubicuidad
por tanto, se adaptan al medio como uno más
han sido compañeros, camaradas,
amigos, enemigos, conocidos,
ciudadanos, paisanos, primos lejanos,
tíos cercanos, amigos de mis amigos,
familiares de primera línea,
de segunda y de tercera línea y más,
he vivido y convivido con ellos,
he dormido en su cama
y ellos en la mía,
hemos reído juntos y a carcajadas,
hemos hablado hasta las 6 de la madrugada,
hemos planificado nuestro futuro
y hemos jugado con el como sería...
hemos llorado a dúo y sin consuelo,
nos han visto juntos y agarrados,
sueltos y libres,
cogidos de la mano
amarrados con el mismo cabo,
volando sin rumbo y sin destino,
soñando dentro del mismo sueño,
gritando paz ante tanta violencia,
destruyéndonos.... después,
odiándonos...... más tarde,
por último... salpicándonos sangre a chorro y a conciencia
y para por fin... desfallecer uno al lado del otro.
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