SOY DE LA SECTA DEL SILENCIO


Detrás de una gran historia, hay millones de pequeñas historias,

hay miles de minúsculas historias todas llenas de ínfimos detalles,

hay historias demasiado largas que ha costado mucho ser olvidadas,

han costado años bisiestos y muchos disgustos dolorosos,

amor, dolor y resentimiento,

días de gloria dieron paso a días de miseria,

días de creer y sentir el amor más apasionado

a días que por encima del amor ha pasado una Apisonadora

y el amor aplastado no sabe a nada,

no sabe, ni huele a nada

y sin sabor y olor no hay vida,

y sólo queda el esqueleto de un amor seco y deshidratado,

queda el dibujo de lo que fue,

pero ese dibujo sin amor no se sostiene

su solo recuerdo empieza a doler con fuerza,

su relleno (que era de amor) ahora se ha llenado de odio vengativo,

claro que lo mejor para éstas historias

es hacer el vacío y vaciado de todo y del todo

es aspirar todo lo que quedaba

y meterlo en un cápsula espacial

y en una noche de Luna llena 

(y porque me encanta la Luna llena y no por otra cosa)

prenderle su mecha y ponerla en Órbita,

así pasarás del odio vengativo

y entrarás en la fase del silencio sideral

y un día te despertarás diciendo:

¡Joder! me había olvidado de que te había olvidado

y de nuevo, el silencio y siempre el silencio

por eso soy de la Secta del Silencio y del siempre volver a empezar.

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JULIO CORTÁZAR