Yo no aprendo de lo que cae
y que además, hace daño...
Yo aprendo de lo que crece,
aprendo de mis flores, de mis plantas,
de mis vientos, de mis anhelos,
y sobre todo, de mis dulces sueños...
Yo aprendo del cielo y sus Estrellas,
de la Luna creciente, menguante y alucinante,
de las Mareas y sus entrañables mareos,
de las noches profundas, oscuras y frías,
de los amaneceres vestidos de oro y plata,
de aquellas largas y eternas tardes de chimenea...
Yo aprendo de lo que me acaricia y me toca,
aprendo como se pueden decir las cosas de otra forma,
más delicada, más transparente, más tierna,
más entusiasta, más directa, más tranquila...
y cada día anoto formulas nuevas
y es que nunca dejaremos de aprender,
nacimos aprendiendo
y moriremos desaprendiendo.
y que además, hace daño...
Yo aprendo de lo que crece,
aprendo de mis flores, de mis plantas,
de mis vientos, de mis anhelos,
y sobre todo, de mis dulces sueños...
Yo aprendo del cielo y sus Estrellas,
de la Luna creciente, menguante y alucinante,
de las Mareas y sus entrañables mareos,
de las noches profundas, oscuras y frías,
de los amaneceres vestidos de oro y plata,
de aquellas largas y eternas tardes de chimenea...
Yo aprendo de lo que me acaricia y me toca,
aprendo como se pueden decir las cosas de otra forma,
más delicada, más transparente, más tierna,
más entusiasta, más directa, más tranquila...
y cada día anoto formulas nuevas
y es que nunca dejaremos de aprender,
nacimos aprendiendo
y moriremos desaprendiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario