
Mis Huesos tocaron tierra,
mis Manos se apoyaron con fuerza,
mis Pies se pusieron a andar,
y yo mientras caminaba, pensaba:
¿hasta donde tendré que caminar?
ahora, me preocupa el límite de mis fuerzas
y el porqué de mis flaquezas,
me preocupa la debilidad del débil
y la flaqueza del pecador,
ahora entiendo el porque se van apagando luces
y porque se van encendiendo otras que no iluminan,
son como Luciérnagas frías en medio de una helada
y dicen que solo salen
cuando la Muerte les llama.
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