
Mi guerra interior poco a poco se va
apaciguando,
la Rabia se ha diluido en agua de lluvia,
el Resentimiento ha pasado del color rojo sangre
al verde esperanza de la vida,
el Dolor ya no duele tanto,
si cabe y siempre cabe,
queda un pequeño resquicio que sabe a poso,
que huele a muerto,
y que al dejar de llover se lo llevará el viento,
por tanto, aquí estamos
y estamos reiniciándonos con circuitos y cables nuevos...
mi guerra fue cruel y dura...
y dicen que de todo se aprende,
pero en mi caso estoy seguro, de que no,
que volveré a caer con las botas puestas
y pisando el mismo sucio charco
y metiendo la pata de la misma forma y hasta el fondo,
y dejándome la misma vida en el empeño,
pero ¿que le voy hacer?
si Yo he nacido para querer
y aunque me dejen de querer
Yo seguiré queriendo en otra dimensión distinta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario