Me pediste...me pediste un poema,
y Yo te obsequié con cien,
me dijiste que me querías
y yo, imbécil de mi, te creí
conmigo jugaste al Gato y al Ratón
tú siempre persiguiendo Duendes con traje de papel
yo aterrizando sobre montañas que llevaban tu nombre,
hasta que un buen día, brotó la realidad,
se hizo enredadera y tanto creció que nos asfixió,
desde ese día,
lo real tiene cara y cuerpo de carne y hueso,
y lo irreal tenía tu nombre,
ahora con el paso del tiempo,
el olvido lo destrozó.
y Yo te obsequié con cien,
me dijiste que me querías
y yo, imbécil de mi, te creí
conmigo jugaste al Gato y al Ratón
tú siempre persiguiendo Duendes con traje de papel
yo aterrizando sobre montañas que llevaban tu nombre,
hasta que un buen día, brotó la realidad,
se hizo enredadera y tanto creció que nos asfixió,
desde ese día,
lo real tiene cara y cuerpo de carne y hueso,
y lo irreal tenía tu nombre,
ahora con el paso del tiempo,
el olvido lo destrozó.
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