
De silencios, yo vivo,
de silencios sin espacios reprimidos,
de silencios en el mismo borde del mar
solo interrumpidos por la suave caricia de la brisa marina,
y al fondo de esa gran boca negra, que es la soledad,
nace un sueño en forma de estrella fugaz
rasga la cortina de una noche fría
y se acomoda en el cráter de un volcán,
estamos echos de lava ardiente,
de lava inconsistente y no consecuente,
de lava que más tarde se apagará al tocar el mar
y en medio del silencio cuasi total... desaparecerá...
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