Yo traspaso las cosasy penetro en ellas como un taladro desquiciado,
las perforo y alcanzo su capa más íntima,
me quedo con su cadencia de aminoácidos
y copio y pego y no me altero,
imprimo y saco de quicio al huésped,
saco información a cambio de alterar su ego,
me encanta desequilibrar al equilibrado,
y al ponderado y al empático que lo comprende todo
y al que siempre escucha
y al que siempre lo oye todo
y además, luce sonrisa de serpiente...
me encanta andar desnudo en las noches de verano,
y ver la Luna desde mi ventana,
me encanta la estación del otoño
porque me hace mudar la piel
y ponerme esa piel suave, reluciente y nueva,
la cual deslumbra como un destello,
cuando la luna me acaricia con sus dedos de plata...
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