Un cigarrillo entre mis dedos,un café humeante despidiéndose de la vida,
una inquietud que flota en el medio ambiente,
una duda, una incertidumbre, una mentira,
otra mentira...
otra huida hacia delante
y ahora me estoy acordando,
que no fumo desde hace tres años (o eran dos),
por tanto tengo un café humeante,
una duda y una mentira o muchas mentiras,
y ya veis lo que es la vida,
al final uno se queda con el aroma
y los interrogantes colgando del techo...
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