
Yo escribo para el desahuciado
pero también para rellenar mi propio desahucio,
primero,
porque doy mi apoyo a mi yo más solidario,
segundo,
porque intento dar cobijo a mi lado más triste y
solitario,
tercero,
porque entre otras cosas apoyo más...
al oprimido que al opresor,
al pobre antes que al rico,
al compañero frente al falso amigo,
al paria antes que al poderoso ostentoso,
además tengo que decir...
que a la nostalgia la visto cada noche,
que mis atardeceres los pinto de colores,
desde verdes a amarillos,
que cada mañana
me despierto más interesado por los acontecimientos
y es que con el declive físico de los años
por dentro sufro el proceso inverso
me siento más fuerte y fortalecido,
mis huesos son más porosos,
pero mis ideas tienen la textura de lo entrañable,
suavidad, un poco de niebla,
unas gotas de lluvia en la ventana,
y unos dedos que me acarician temblorosos,
me encantan las caricias tibias y dubitativas,
¡que los dedos tiemblen,
que la piel se erice,
que los poros se abran,
que la fiebre suba,
que el sol del amanecer me diga!...
ahí tienes otro día mi querido Bruno,
que lo disfrutes o que
lo sufras
en gran parte...¡ depende de ti!.
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