Nos pasamos la vida buscando a alguien
y ese alguien está delante de ti
y eres tú
pero claro hay que ser muy cuervo negro
para no observar y disfrutar de tus vuelos,
prefieres mirar al otro o al de más allá,
en realidad prefieres ver un burro volando
que sentir el batir de tus alas
y siento decirlo tan crudamente
pero más allá del todo no hay nada,
ni los peces vuelan,
ni los banqueros dejarán de robar,
ni los ejércitos dejarán de matar,
ni siquiera aquél amor
que tienes grabado a fuego lento en tu memoria,
volverá a ser lo que fue,
ahora es polvo
y al polvo se lo lleva el viento
y al amor se lo comerán los gusanos de seda.
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