Y LLEGARON LOS DÍAS






Y llegaron los días

en que los paseos desaparecieron,

las tardes se hicieron eternamente eternas,

y en las mañanas el gallo dejó de cantar,

apenas había ruido de coches,

las voces de la calle dejaron de hablar,

los perros callejeros enmudecieron,

 al gato del vecino no lo volví a ver más,

y el cielo se vistió de presagio apocalíptico,

parecía decir: 

todos estáis condenados

y solo el fuego purificará

vuestras almas inmundas,

el virus que os he mandado

fue el primer aviso,

faltan las tormentas solares,

y el diluvio universal

y entonces y solo entonces,

tendremos asegurado

el silencio total y absoluto.

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JULIO CORTÁZAR