YO CREÍA EN UN AMOR UTÓPICO



Yo creía en un amor utópico,

evanescente,

amor de un día, de un mes,

de un año, de una década

de lo que dura una pila alcalina,

un amor que siempre se va

y se supone que de alguna forma, 

que volverá,

mi concepto era así,

transitorio,

ligero como un suspiro,

con etapas pero con un sólo objetivo...

seguir queriendo

pero con más intensidad, si cabe

y hasta reventar de tanto querer,

pero ahora me he quedado sin armas

y como diría un detective que se precie

y sin el cuerpo del delito,

ahora falta mi compañera de viaje

y no me entendáis mal,

no estoy llorando y rogando,

tengo muy claro

que en temas amorosos,

no hay que ser pedigüeño,

el tema del amor es de aparición súbita

y repentina,

una mañana te levantas

y a la vuelta de la esquina,

está el amor,

está el amor esperándote

o no y porque a veces asoma la cabeza

y al ver lo que hay

simplemente se va

y eso te hace pensar en que...

habrá otro momento

y puede ser en otra esquina

o en otra calle

o en una estación de tren,

o mismo puede ser hoy que mañana,

pero en mi caso que se de prisa,

estoy entrando en esa zona prohibida

para los cuerpos vivos, pudientes y no podridos,

poco a poco se me aflojan los tornillos,

se me descoyuntan las articulaciones

y los dolores de huesos se hacen insoportables

y antes de que me quede sin dientes,

quiero dar un beso con lengua

y escuchar un "te quiero"...

después de ello,

ya me pueden caer los dientes y lo que sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR