
Pensemos...pensemos...pensemos...
pensemos pausadamente,
primero, miramos a nuestro
alrededor,
segundo, nos fijamos en algo en
concreto,
tercero, lo fotografiamos mentalmente,
cuarto, lo pasamos a un rincón de nuestra memoria
(lo procesamos)
quinto, le ponemos nombre al archivo
sexto, le damos día y fecha y título,
séptimo, lo archivamos y guardamos con sumo cuidado...
¿quién sabe?
quizá algún necesitemos de él
y gracias a una antigua foto,
o a una vieja música de aquella época
o por un olor ancestral que hace que se conecte
tu pituitaria con aquél viejo rincón de los recuerdos perdidos,
,
y va y resulta, que salta la liebre
entonces de nuevo...pensemos...pensemos...pensemos...
¿ha merecido la pena todo aquello?
ni yo estoy para contestar eso,
ni ganas tengo de hacerlo
o sea, que entremos en modo silencio,
porque siempre hay asuntos
que es mucho mejor no mover jamás,
y que sigan durmiendo plácidamente
en el fondo de un agujero oscuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario