No hace falta que me digas nada,
ya sabes...
a mi me gusta andar envuelto en medio del silencio,
y así...
paladear sus vacíos,
saborear sus carencias,
y disfrutar de sus hermosos rincones
y siempre inmerso en una misteriosa bruma
y en la blanca y fría escarcha de la mañana.
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