En teoría yo tuve abuelo,
mejor dicho, tuve dos.
En la práctica a ninguno de los dos
los pude conocer.
Murieron antes de mi nacimiento.
Uno creo, que era ferroviario,
cuando ser ferroviario era el no va más.
Y el otro, fue una mancha en el expediente familiar,
el pobre, se quedó sin nombre, sin apellidos y sin una triste fotografía
con la que demostrar que había existido
y porque algún episodio oscuro debió suceder,
cosa que nunca me importó demasiado.
A veces, me pica esa curiosidad malsana de querer saber un poco más
y entonces hago posibles conjeturas
y si fue el cura de la parroquia liado con su criada,
o el arzobispo del condado follando a destajo,
o mismo el alcalde del pueblo en una noche toda loca
o un simple paria follando con otra paria...
Hay personas que tiene necesidad de cerrar ese capítulo de su vida,
yo prefiero dejarlo abierto,
pues un día visto a mi abuelo con sotana de cura o de arzobispo,
otro día le pongo una pistola
y le hago policía y lo nombro comandante de un puesto fronterizo,
Algún otro, lo visto de bandolero
que se dedica a saquear a los más ricos de la comarca...
Pero bueno, fue mi abuelo
mi abuelo fantasma,
mi abuelo sin nombre
y no pocas acabo pensando...
y sin un mendrugo para llevarse a la boca.

No hay comentarios:
Publicar un comentario