Soy un ángel exterminador...
en una mano llevo la vida,
y en la otra,
tengo el poder de la muerte,
y yo cabalgo justo en el medio,
y viendo a qué lado se inclina la balanza.
Soy un ángel vengativo,
pues soy un ser humano con una pizca de odio
y otra pizca de ternura,
y tengo dos alas atrofiadas,
intento levantar vuelo
y sólo doy un salto hacia ninguna parte.
Los dioses somos frágiles y quebradizos,
es verdad,
que tenemos poderes sobre la vida y sobre la muerte,
pero en el fondo,
somos seres tan necesitados
como el aire que respiramos,
parecemos asépticos, imparciales e implacables,
pero en realidad,
somos débiles, mezquinos y sensibles.

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