Yo he vivido tras aquellas montañas,
eran otros tiempos,
eran tiempos antepasados,
tiempos de ser más que de existir,
de ser pez chico jugándose la piel ante tanta piraña,
además,
los peces grandes y gordos marcaban terreno,
delimitaban fronteras
dictaban órdenes y leyes,
y publicaban condenas en el boletín oficial del estado,
yo mismo fui condenado
a cadenas y a remar,
y de por vida,
yo fui esclavo antes que propietario de mi mismo,
y es que un día el barco naufragó
y yo me salvé por los pelos
y ahora vivo yo y algunos más, en una Isla
y en medio del mar mediterráneo.

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