LA MUERTE DE MI PADRE Y DE MI MADRE




La muerte de mi padre

fue un lapsus en el camino,

que apenas me dolió

y porque de aquellas

muy pocas cosas me dolían.

En cambio, la muerte de mi madre

fue liberadora para mi

y sobre todo, para ella,

estaba condenada a una silla de ruedas

y atada a un cerebro muerto y casi putrefacto,

a causa de una hemorragia cerebral masiva,

de 1 a 10 ¿cuanto tenía de vida?,

pues un 1 o como mucho un 2,

hasta su mirar era de muerto viviente,

ella postrada ante la vida

con el cuerpo flácido, dejado y retorcido sobre su eje

que si ella se viera a si misma,

seguro que pensaría

que así no merecería la pena vivir.

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JULIO CORTÁZAR