UNA ORTIGA



Creo que nos hemos buscado dentro de nuestra propia ansiedad,

sería hora de volver a empezar,

desde menos cero,

desde antes del después,

desde aquella esquina donde la inmensa calma

y la suprema paciencia

tienen nombre y apellidos,

lo nuestro se pareció a la sombra de lo que vino después,

bajo tanto anhelo de soberbia

creció una ortiga que lleva tu nombre

y ahora está declarada

como especie en peligro de extinción.

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JULIO CORTÁZAR