De éste sol de septiembre
entre templado, caliente y cada vez menos obediente,
nos queda muy poco.
Ahora vendrá un mes de octubre,
con su hermoso traje gris otoñal.
Nunca llueve a gusto de todos
y mejor que así no sea.
Sería un aburrimiento
si a todos nos entusiasmara el otoño de igual manera,
en fin,
dejemos el otoño para algunos iluminados, como yo,
pocos somos pero nos queremos mucho
y somos pocos porque hemos elegido ser pocos
y nos queremos mucho porque no nos queda otro remedio.
Yo elegí ser minoría,
y lo elegí desde el principio de mis días,
y en ese mismo instante me dije
yo nunca voy a ser elegido por mayoría absoluta,
primero,
porque nunca me presenté para ser elegido en plan líder populista,
segundo,
porque soy un cobarde de mierda
que además, se le caen los huevos al suelo,
y tercero,
porque no me da la real gana.
Y cuarto y punto definitivo,
porque cuando sonrío se me caen los dientes al suelo
y sin piños no hay aplausos ni homenajes,
ni nadie que te quiera,
sin piños
se pueden dar besos de encías
pero no pretendas comerte un buen filete de buey de carne prieta.

No hay comentarios:
Publicar un comentario