TOCAR...

 


Cuando toco la hierba me crecen los dedos,

cuando te siento me involuciono

me hago arena y pasto de hiena

y me dejo ir por donde me mande la vida

al libre albedrio

o a la crecida del río.


Cuando me toco pienso...

ojalá fueran tus dedos,

pienso eso antes de volverme a tocar

y porque cuando me vuelvo a tocar

me olvido de mi anterior ansiedad,

entonces, me toco de nuevo 

y me dejo volver a tocar,

y de nuevo, me abandono

y hasta conseguir que vuelvo a disfrutar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR