Cuando toco la hierba me crecen los dedos,
cuando te siento me involuciono
me hago arena y pasto de hiena
y me dejo ir por donde me mande la vida
al libre albedrio
o a la crecida del río.
Cuando me toco pienso...
ojalá fueran tus dedos,
pienso eso antes de volverme a tocar
y porque cuando me vuelvo a tocar
me olvido de mi anterior ansiedad,
entonces, me toco de nuevo
y me dejo volver a tocar,
y de nuevo, me abandono
y hasta conseguir que vuelvo a disfrutar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario