otoño de 1926 – mayo de 1927 III Mientras caminaba había pesada niebla en torno de mi casa, una tenaz y congelada niebla. Demoré largo rato, esperé a que se dispersara pero siguió allí como un monstruo viscoso en los oblicuos rayos de la mañana IV Todos llevamos gafas aunque tengamos ojos sanos. Las llevamos para no mirar la verdad sino algo que es más bello o más feo: con frecuencia, más feo V La verdad es lo peor de todo no es ni fea ni bella ni blanca ni negra sino cotidiana y gris como la vida en un agua en calma. diciembre de 1926 - agosto de 1927 I En la habitación un hornillo azul mira fijo y sueña azules sueños; una estría de luz se mece en la pared y una rama verdinegra mira por la ventana. Henry Parland |

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