Nos oscurecemos con el tiempo,
nos hacemos más grises,
más huraños,
más desconfiados,
y más perros viejos...
Nos aclimatamos peor a las inclemencias,
intuimos mucho mejor lo que vendrá,
nos encerramos más en nosotros mismos,
nos adaptamos con más rapidez a lo que hay
y enseguida decimos que todo va muy bien...
Nos puede más el miedo,
la nostalgia desgarra nuestras entrañas,
el alma se desencaja con los años,
mientras el cuerpo se pudre
y el cerebro se adormece.

No hay comentarios:
Publicar un comentario