MI HORA BRUJA
Oír la oscuridad del silencio,
escuchar el sonido de una gota de lluvia,
lamentar la solidez de un lamento incomprendido
y añorar el sonido de lo hueco y banal.
Testificar ante un jurado sin cara ni rostro,
demoler el pasado con una apisonadora,
atrapar el presente con los dientes,
decir...yo me comprometo...
y cumpliré todo lo prometido y todo lo dicho,
haré balance de todo y del todo:
Mis certezas fueron pocas
pero fueron sólidas.
Mis desaciertos...
fueron legión sin imperio,
fueron tantos que al final,
me quedé con tres o cuatro:
Dudas...colgadas en las telarañas del techo,
y sobre los tristes rincones de mis insondables pozos.
Amores...algunos fuertes e intensos,
apuntalados sobre fondo claro oscuro
unos acompañados por luces brillantes,
otros opacos y grises.
Amaneceres casi todos fueron grandiosos,
Tardes siempre amables y brillantes,
Mi hora bruja
las tres de la tarde...

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