Mi alma, con un sólo sueño
se queda contenta...
Claro que ese sueño único
puede ser más largo que el mismo día.
En mi sueño no hay horas,
ni días, ni meses,
mi sueño dura lo que le duran las pilas
y en ese mismo sueño
caben millones de diminutos sueños,
uno viaja por el aire,
el otro flota como un barco a la deriva,
alguno se viste de héroe venido a menos
mientras otros escupen veneno
y hacen que se me revuelvan las tripas
y que me despierte lleno de ronchas y sarpullidos.
En fin, yo tengo un sueño único
que crece y se encoge con las mareas
y sé que se desplaza por pseudópodos.

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