DEBAJO DE TU PIEL DE SERPIENTE

 



Yo no peto...yo estallo y exploto,


y acumulo mierda como diógenes.

 Busco entre los despojos,

remuevo ceniceros,

levanto alfombras y ampollas,

y las limpio, las sacudo y las reviento

y lo hago y sin más,

delante de tu cara.

(Yo no me escondo).


Y no me preguntes porqué,

y que necesidad tengo de ello.

Yo sólo puedo decir lo que siento,

y siento 

como mis costuras se descosen,

como me hincho como un globo asfixiado,

 como floto y asciendo como un cohete obcecado,

y como me cabreo y reboto,

y el final... yo sé cual es,

sé que de tanto almacenado,

estallo en millones de estrellas fugaces.


Y esto es lo quiero,

y quiero escapar y desaparecer,

esconderme debajo de unas faldas amigas,

y jugar al escondite o a la gallina ciega,

y jugar al escondite en el agujero de tu ombligo,

y acurrucarme como un feto empedernido,

y no escuchar nada,

sólo oír el ruido de tus tripas,

y los movimientos de tus caderas.


 Y eso es lo que quiero,

quiero que me dejes un sitio,

debajo de tu piel de serpiente,

y que el colchón en que me acueste,

esté hecho de escamas, piel, carne y hueso.


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JULIO CORTÁZAR