Ensucio todo hablando demasiado.
Cobarde charlatán, ruidoso hipócrita,
solo de mis mentiras me quejo.
Qué duro me es callarme para lograr
una palabra humilde y necesaria
tras de la cual yo quede imperceptible.
Debo callar, permanecer callado.
Aunque lo sé de siempre, no lo cumplo:
mi voz tengo que hacerla de silencio.
Mario Miguez

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