No todo es disparar y escupir al cielo
y a esa nube que pasa toda alocada
y que deja huella difuminada.
A veces, hay que dispararse en los pies
y a quemarropa
y para que no quede nada de tu existencia.
Otras veces,
hay que rascarse entre los dedos
y porque si algo pica... es porque algo
ha nacido entre esos dedos.
Hay que ser más enteros
y menos crueles
y más personas
y más humanos
y si hay que decir
¡basta! se dice
y no debía pasar nada...
Pero al parecer
el ¡basta! a veces sobra
y te piden que te disfraces de cordero
y que le chupes la p...... al propio cordero
pero no pasa nada,
se la chupas
y después, le escupes el hueso...
Al fin y al cabo
todos tenemos algo de hueso,
otra parte de cartílago,
y el hueco que nos sobra
lo cubrimos de fina piel.

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