Si hace muchos años
me hubieras dicho:
vente conmigo
yo me hubiera ido con los ojos cerrados.
Pero ahora... sabes...,
ahora tengo hijos y deberes pendientes,
ahora tengo experiencias malas y buenas,
ahora el deber de ser persona
está por encima de lo que sea,
y por eso hoy en día
me siento indeciso y dubitativo.
Ahora
me miro en el espejo
y me siento transparente
y con ese bagaje
no podré engañar a nadie.

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