Hay un arriba
y hay un abajo
y por el medio hay un lugar
donde anida un pedazo de cada uno.
Yo no sería justo
(que no lo soy)
sino reconociera
que la mayor parte de mi vida
transcurrió en la zona de la medianía.
Igualmente puedo decir
que los pocos momentos de arriba
fueron intensos y alucinantes
y para mi desgracia...
lo mismo me pasó con mis peores momentos.
Cuando subí...subí y hasta la cima...
cuando bajé lo hice hasta al averno
y a veces me rescaté
cuando estaba con el agua en el cuello.
Instinto de supervivencia, le llaman.
Y debe ser que de ese instinto
voy sobrado
y porque siempre he salido a flote
en mis momentos más negros.

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