No toca ser feliz.
Ahora toca ser un poco infeliz
pero sin pasarse de drama.
Un poco infeliz,
un poco de felicidad venida a menos
y un poco de disfunción en su funcionamiento.
Por tanto,
no debe cuadrar el todo ni el nada,
ser tan disfuncional como la vida misma
y un día naces
y otro día te deshaces
y en el algún otro
te rehaces.
Ahora toca
ser un poco infeliz
con un ligero toque
de lánguido y húmedo otoño.

No hay comentarios:
Publicar un comentario