Uno sabe que el alma duele
porque hay algo que emite
un insondable dolor profundo
que a su vez
palpita como un caballo desbocado
y que irradia calor y rubor siempre desbordante.
Uno sabe que a veces
algo se retuerce como los intestinos,
y que enloquece por la rabia incontinente,
así como en otras,
se convierte en un puñal punzante
que lacera fibras
y desgarra vanidades,
y al fin y por fin,
muestra al mundo
toda la mierda que uno lleva dentro.

No hay comentarios:
Publicar un comentario