Cuando yo era un chaval...
era un saco de orgullo.
Cuando fui estudiante...
era la viva imagen del entusiasmo.
Cuando me hice adulto...
empecé a tener mis dudas.
Y ahora, que voy para viejo...
soy la suma de todo,
soy orgullo,
soy entusiasmo
y soy un buen puñado de dudas.
Pero en lo que no tengo ninguna duda,
es que éste viaje ha merecido la pena
y hasta que venga la muerte con su guadaña,
os aseguro,
que lo seguiré disfrutando..

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