No soy aburrido
pero tampoco soy el tío más divertido.
Tengo mis momentos
y disfruto de mis bellos atardeceres...
que por supuesto
siempre tendré que agradecer.
A veces tengo la dicha
y la risa floja,
y en otras me contengo con una sonrisa maliciosa.
Me gusta sonreír ante mi propia desdicha,
(en la ajena...ahora no me meto)
pero en la mía
soy mi propio dueño
y es mi dicha sonreír ante tanto infortunio
y hay veces que hasta me digo
¡que pena me doy!
mientras vuelvo a sonreír con la sorna que me caracteriza...
porque en realidad
ni me doy pena
ni tengo miedo
y me importa una mierda
que muy pocos me quieran.

No hay comentarios:
Publicar un comentario